Ya antes había mencionado que la papaya y yo no nos llevamos bien, pero que la había empezado a tomar por causas extremas (véase el post anterior). No es por exagerar, pero tomar licuado de papaya realmente para mí significó un buen esfuerzo de mi parte, y una vez lograda la misión, pensé que podría estar libre del yugo tirano de aquella fruta. Mi mamá, quien es la que generalmente se encarga de hacer esas comidas, estaba en la cocina cuando aproveché para pedirle que en lugar de licuado de papaya, me preparara un jugo de manzana. Sin ningún problema, sin ningún reproche, sin realmente ningún problema, aceptó. El problema estuvo que 5 minutos después, me trajo licuado de papaya. Está de más decir que le pregunté por qué me había ofrecido esto cuando le había pedido otra cosa. Ella alegó que el licuado de papaya me era más saludable, y que prefería que tomara el licuado en lugar del jugo, a pesar de que ambas están recomendados en la dieta que me dieron en el hospital.
Obviamente se armó una discusión, y mi papá intervino. Cuando esto sucede… a mí me da miedo. La cosa pareció ir en serio, y yo reaccioné poniéndome de pie, saliendo al patio y salir a caminar. Una sensación de culpa me invadió. Estos pensamientos de que debí haber dicho tal cosa en lugar de lo otro, o debí haber hecho esto otro me rondaron la mente hasta que empecé a llorar. Las peleas entre mis padres han sido parte de la cultura familiar, pero cuando llegan a un cierto nivel, yo entro en pánico. Cuando las cosas se calmaron, yo regresé a la sala, y de ahí las cosas ocurrieron normalmente. Me extrañó un poco que empezara a llorar. Estoy acostumbrada a estas cosas. Pero si algo he notado, es que los primeros días en casa estuve demasiado sensible, no sé si sea por la operación. Vi un video de gatos, lloré. Vi un video de un gordito que bailaba, lloré. Mi mamá se rehusó a comer con nosotros en la mesa, lloré.
Por otro lado, las heridas en la panza no han cerrado bien. Desde que me quitaron el dren, me ha estado saliendo líquido por las heridas, a veces a chorros; inclusive hoy manché las almohadas donde dormía. Cansada un poco de la situación, le pedí a mi papá que le marcara al doctor. Me daba miedo que hubiera algo interno que no haya sanado bien, que me hubieran lastimado algo cuando me sacaron el dren o que por algo tuvieran que operarme de nuevo. Cuando mi papá se comunicó con él, le dijo que era normal y hasta esperado; es más, que exprimiera un poquito las heridas. Así que hoy me he puesto de nuevo las gasas. Les debo las fotos todavía. Les prometo que las subiré pronto.
Obviamente se armó una discusión, y mi papá intervino. Cuando esto sucede… a mí me da miedo. La cosa pareció ir en serio, y yo reaccioné poniéndome de pie, saliendo al patio y salir a caminar. Una sensación de culpa me invadió. Estos pensamientos de que debí haber dicho tal cosa en lugar de lo otro, o debí haber hecho esto otro me rondaron la mente hasta que empecé a llorar. Las peleas entre mis padres han sido parte de la cultura familiar, pero cuando llegan a un cierto nivel, yo entro en pánico. Cuando las cosas se calmaron, yo regresé a la sala, y de ahí las cosas ocurrieron normalmente. Me extrañó un poco que empezara a llorar. Estoy acostumbrada a estas cosas. Pero si algo he notado, es que los primeros días en casa estuve demasiado sensible, no sé si sea por la operación. Vi un video de gatos, lloré. Vi un video de un gordito que bailaba, lloré. Mi mamá se rehusó a comer con nosotros en la mesa, lloré.
Por otro lado, las heridas en la panza no han cerrado bien. Desde que me quitaron el dren, me ha estado saliendo líquido por las heridas, a veces a chorros; inclusive hoy manché las almohadas donde dormía. Cansada un poco de la situación, le pedí a mi papá que le marcara al doctor. Me daba miedo que hubiera algo interno que no haya sanado bien, que me hubieran lastimado algo cuando me sacaron el dren o que por algo tuvieran que operarme de nuevo. Cuando mi papá se comunicó con él, le dijo que era normal y hasta esperado; es más, que exprimiera un poquito las heridas. Así que hoy me he puesto de nuevo las gasas. Les debo las fotos todavía. Les prometo que las subiré pronto.