viernes, 24 de julio de 2015

Introducción

     Desde que recuerdo, he sido gordita. De niña tenía severas críticas por parte de mi madre que pusieron hasta cierto punto un obstáculo en nuestra relación. Durante gran parte de mi vida, no me importó mucho mi peso, disfrutaba comer y del placer instantáneo que ésta me daba, cubriendo carencias con esa felicidad, resolviendo problemas con ese placer temporal. No fue hasta que empecé a preguntarme cuál era la raíz de la mayor cantidad de problemas que tenía, sociales, amorosos, personales, etcétera, y me di cuenta que mi peso me impedía sentirme segura de mí, y por ende, tener la habilidad de socializar, pues sentía que me juzgaban justo como lo hacen los medios sociales en la tele; las "bromitas inofensivas" en los programas de chistes, en los canales de "comedia", y demás. Nunca pude conseguir un novio, y si bien estoy de acuerdo que el peso no tiene que ver, pero no tenía la confianza. Tampoco tuve buenas influencias para aprender a desarrollarme con mi peso.
     Desde niña hice dietas, pero nunca logré nada. Me estancaba rápido y desarrollé una aversión por ellas dada la constante presión familiar por perder peso. Me di por vencida y decidí esconderme. Era –aún soy– reclusa en mi vida virtual. Mis relaciones eran virtuales, mis amistades también. Un día dejó de serme satisfactorio y decidí que quería conseguir algo real. Y lo hice, en cierta parte, pero no me bastó. Gracias a la terapia que había iniciado unos años antes, conseguí el valor y la posición mental para poder tomar la decisión de someterme a una manga gástrica o gastroectomía.
     Por un momento lo pospuse, dejándolo como un sueño, pues el dinero siempre fue un obstáculo. Quizá si decía que lo iba a hacer, me iban a dejar en paz, y podría vivir más feliz. Pero no fue hasta que pasaron más años y empecé a preguntarme si realmente podría hacerlo.

     Entonces conseguí el dinero, conseguí el tiempo adecuado, y otros factores me influenciaron a tomarlo en serio. Así fue como el 5 de julio, la fecha de mi cumpleaños, fue mi “última cena” como le llamé, comí con mi familia en un restaurante todo lo que quise, tuve dos semanas de dieta preoperatoria, y el 22 de julio me sometí a la operación.

2 comentarios:

  1. Un largo y duro trabajo de preparacion (incluido el economico) !!! LLegaste a una meta; la cirugia.......siguiente paso en proceso.......llegaras......lo haras sin lugar a dudas!!!

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  2. Hola me identifico contigo en la batalla con el peso, para mi desde la adolescencia. GAD la relación con mi Madre siempre fue buena y no me presionó para bajar de peso a pesar de todas las burlas por parte de miembros de mi familia, porque es difícil ser la única gorda entre todos tus primos y que te lo estén recalcando a cada rato. Mi madre les ponía su regañada y siempre me defendió. Físicamente tienes unos ojos hermosos y espero que la cirugía te de mas confianza en ti misma. Saludos

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